martes, 19 de mayo de 2015

Reportaje: "Diferentes aspectos del Titirimundi"


Carrusel en la Plaza del Azoguejo

El pasado miércoles 13 comenzaba en Segovia uno de los espectáculos más esperados: el Titirimundi. El buen tiempo y el gran número de actuaciones programadas, hizo que salieran a las calles de la ciudad unos 62.000 espectadores. 
El Ayuntamiento de Segovia fue el encargado de contratar a los titiriteros, completando así 6 días de diferentes actuaciones y en diferentes lugares. Un Carrusel, de atracciones para los niños, se colocó bajo los pies del Acueducto, uno de los lugares más transitados, por lo que tuvo que pagar gran cantidad de dinero a la ciudad. 

Público de una actuación

Gente viendo una actuación

Titiritero

Artistas independientes

Sin embargo, muchos otros artistas, para sacar también algo de dinero, tuvieron que contratarse a sí mismos y colocarse en las calles de Segovia durante todo el día, a diferencia de los anteriores contratados por el Ayuntamiento, que actuaban en una hora determinada. 


Fotógrafo
Chica con marioneta
Malabarista y músico
Vendedores con sus puestos

Puesto de camisetas
  
Fabricando en la calle

Además, no todo fueron actuaciones. Muchos artistas se dedicaron a confeccionar sus propios productos u objetos, en la propia calle, para después venderlos e, igualmente, sacar algo de beneficio durante estos días de mayo. 


Chico haciendo sus objetos para vender

Chica haciendo sus objetos para vender

Colaboradores con el Titirimundi

Unos de los aspectos más importantes que hay que destacar para que el Titirimundi sea posible, es la gran colaboración de población segoviana, sobre todo jóvenes, que se ofrecen para echar una mano poniendo orden durante las actuaciones, guiando al público y poniendo puestos ambulantes, donde la gente podía informarse de las actuaciones programadas. 


Puesto de Titirimundi

Voluntaria

Calor y mucha gente

De esta manera, niños, adolescentes y adultos, pudieron disfrutar de todos los espectáculos que quisieran. Algunos pagando. Otros gratis. La desventaja de estos últimos, la gran afluencia de gente que, de pie o sentados, acudían a ver el espectáculo y no dejaban visibilidad a muchos otros. Por ello, fue muy usual ver a adultos subiendo a hombros a los niños. Además, debido a las altas temperaturas, los colaboradores tuvieron la tarea de repartir gorras amarillas a la gente.

Gorras amarillas del público

Niño subido a hombros

A la vez que el Titirimundi ... 

Simultáneamente al Titirimundi, otro acontecimiento invadía la ciudad: las elecciones municipales y comunitarias. Por eso, también ha sido frecuente ver como muchos políticos se han aprovechado de la situación y han colocado propaganda en puntos donde el público iba a dirigir su mirada, como este muñeco (foto) construido por los organizadores del Titirimundi.

Publicidad en muñeco

Hasta el próximo año

Una vez hecha la función, solo quedaba recoger el material, guardarlo y volver el próximo año con muchas más actuaciones para hacer disfrutar a todo aquel que quiera acercarse a verlo. 

Titiriteros recogiendo el espectáculo

Más fotografías del reportaje sobre el Titirimundi en Flickr 

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